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Relación entre Cannabis y Diabetes: Impacto y Consideraciones Actuales (2024)

Written by: Content Team

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La diabetes, una afección que influye en cómo procesamos la glucosa en nuestro cuerpo, ha sido durante mucho tiempo un área de estudio intensivo y cuidadoso en la medicina. Al mismo tiempo, el cannabis, con sus componentes y efectos conocidos en el sistema nervioso, ha ganado popularidad tanto en su consumo recreativo como medicinal. Explorar la relación entre cannabis y diabetes, ha suscitado un gran interés y debate.


 ¿Puede el cannabis tener algún impacto en la gestión de esta enfermedad crónica? ¿Existen beneficios potenciales o riesgos significativos para quienes viven con diabetes?


En este artículo, navegaremos por la compleja red de información disponible. Exploraremos los fundamentos del cannabis, su relación con el sistema endocannabinoide y cómo esta interacción puede afectar el metabolismo y la regulación de la glucosa en el cuerpo.


Además, abordaremos los riesgos y las precauciones necesarias, ofreciendo una visión equilibrada sobre un tema intrigante y en evolución.

¿Qué es la Diabetes?

La diabetes es una condición crónica que afecta la manera en que el cuerpo procesa la glucosa, un tipo de azúcar que se encuentra en la sangre. La glucosa es la principal fuente de energía para nuestro organismo. 


Cuando alguien tiene diabetes, su cuerpo tiene dificultades para regular los niveles de glucosa. Esto puede llevar a complicaciones graves en la salud a largo plazo si no se maneja adecuadamente.


Existen varios tipos de diabetes, siendo los más comunes la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 y la diabetes gestacional.


  • Diabetes Tipo 1 (DM1): Esta se desarrolla cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error las células del páncreas que producen insulina. La insulina es una hormona necesaria para que la glucosa ingrese a las células y se utilice como energía. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyecciones de insulina para sobrevivir.
  • Diabetes Tipo 2 (DM2): En este caso, el cuerpo no utiliza eficazmente la insulina que produce. A menudo está relacionada con el estilo de vida, incluyendo la dieta y el ejercicio, y también puede tener un componente genético. A diferencia de la diabetes tipo 1, las personas con diabetes tipo 2 pueden manejar su condición a través de cambios en el estilo de vida, medicamentos orales y, en algunos casos, inyecciones de insulina.
  • Diabetes Gestacional: Se desarrolla durante el embarazo y generalmente desaparece después del parto. Sin embargo, las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.

Los factores de riesgo asociados con la diabetes incluyen: antecedentes familiares, sobrepeso u obesidad, llevar un estilo de vida sedentario, y tener presión arterial alta o niveles altos de colesterol. El envejecimiento, la mala alimentación, el estrés y ciertas etnias también pueden aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.

Cannabis: Fundamentos y Componentes Principales

El cannabis, conocido como marihuana, proviene de la planta del cáñamo, Cannabis sativa. Es consumido de diversas formas, a menudo fumado. Se utiliza con fines recreativos, religiosos y médicos.


El cannabis es una sustancia conocida por sus efectos en el sistema nervioso. Es uno de los psicotrópicos más ampliamente consumidos en todo el mundo. En la Unión Europea, 1 de cada 5 adolescentes de 15-16 años admite haberlo probado. Entre adultos y jóvenes, la cifra aumenta a 1 de cada 3.


A nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cannabis lidera como la droga psicoactiva ilegal más consumida. En países occidentales, aproximadamente un tercio de la población ha tenido contacto con esta sustancia en algún momento. Sin embargo, el consumo es masivo en países como India y Jamaica.


Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en el año 2020 aumentó el consumo de cannabis un 26% con relación al año anterior.


El cannabis actúa como un depresor del sistema nervioso central, del mismo modo que el alcohol, las benzodiacepinas y los barbitúricos.


Una vez consumido, provoca un estado de sedación, a menudo acompañado de la incapacidad para realizar movimientos voluntarios (apraxia) y la caída anormal del párpado superior (ptosis palpebral). Es importante destacar que el estado de ánimo previo del individuo influye en los efectos psicotrópicos que experimentará.


Contiene más de 500 compuestos, incluyendo al menos 113 tipos de cannabinoides.


Un cannabinoide es un compuesto orgánico que se encuentra en la planta de cannabis. Desempeñan un papel fundamental en los efectos farmacológicos característicos del cannabis.


Los principales cannabinoides son el Tetrahidrocannabinol (THC) i el Cannabidiol (CBD).

Tipos de Cannabinoides

Existen tres tipos principales de cannabinoides:


  1. Fitocannabinoides: Son compuestos naturales producidos por la planta de cannabis. El THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol) son ejemplos de fitocannabinoides.
  2. Endocannabinoides: Estos cannabinoides son producidos por el cuerpo humano y otros organismos animales. Juegan un papel crucial en el sistema endocannabinoide, un sistema de señalización celular en el cuerpo. El sistema endocannabinoide, descubierto en los años 90, consta de receptores llamados CB1 y CB2. Estos receptores son parte de un sistema interno de señales en nuestras células, y tienen muchas funciones importantes. Regulan cómo nuestras células se comunican, manteniendo el equilibrio del cuerpo y asegurando que todo funcione correctamente. Además, este sistema es relevante para controlar la forma en que nuestro cuerpo procesa la comida y almacena energía.
  3. Cannabinoides Sintéticos: Son compuestos creados artificialmente en laboratorio que tienen estructuras químicas similares a los fitocannabinoides. Estos compuestos han sido diseñados para tener efectos específicos y se utilizan en investigación y aplicaciones médicas.

Los fitocannabinoides, en particular el THC y el CBD, son los más estudiados. Han mostrado tener propiedades terapéuticas, como alivio del dolor, efectos neuroprotectores, antiinflamatorios y otros beneficios potenciales para la salud.

1. Tetrahidrocannabinol (THC)

El THC es el principal componente psicoactivo de la planta.


Desde una perspectiva clínica, ha demostrado ser útil en el alivio del dolor moderado y posee efectos neuroprotectores. Estudios sugieren que el THC podría tener efectos beneficiosos en enfermedades como el Alzheimer. Sin embargo, las evidencias de momento no respaldan un efecto clínicamente significativo para la demencia.

2. Cannabidiol (CBD)

Surtido de botellas de aceite de cannabis
Surtido de botellas de aceite de cannabis. Fuente de la imagen.

El CBD, aunque no se considera psicoactivo, se ha revelado prometedor en varios campos.

Se ha evidenciado que fumadores de cannabis con altos niveles de CBD/THC tienen menos tendencia a sufrir síntomas de esquizofrenia. Además, ha mostrado resultados positivos en el alivio de convulsiones en epilepsias refractarias, así como en el tratamiento de inflamaciones, dolor crónico, ansiedad y náuseas.

Usos Terapéuticos del Cannabis

En los últimos años, se han realizado varias investigaciones exhaustivas sobre el uso terapéutico del cannabis. Estos estudios parten de los efectos fisiológicos del cannabis al unirse a receptores del sistema endocannabinoide, como el CB1 y el CB2.


Aunque ha sido ilegal durante mucho tiempo debido a sus efectos psicotrópicos, se ha evidenciado su potencial para el uso médico. Dentro de sus propiedades, se ha visto que pueden ayudar a tratar el dolor neuropático en pacientes con cáncer terminal. Asimismo, se han usado para los vómitos causados por la quimioterapia, espasticidad en la esclerosis múltiple y como estimulantes del apetito.


Son varios los estudios que demuestran que los cannabinoides clave, como el THC y el CBD, han mostrado posibilidades terapéuticas en diversas enfermedades. No obstante, hay muchas incógnitas que persisten: ¿cuál es la combinación de cannabinoides más beneficiosa? ¿Es preferible utilizar extractos naturales o productos sintéticos? 


¿Cuál es la forma más efectiva de administración, oral o inhalada? Además, la dosificación adecuada, los posibles efectos secundarios a largo plazo y las interacciones con otros medicamentos comunes aún no se comprenden completamente.


A pesar de estas posibles aplicaciones terapéuticas, es esencial comprender que el uso del cannabis, ya sea para fines médicos o recreativos, conlleva riesgos. La adicción y los efectos adversos, especialmente en el desarrollo cerebral en etapas tempranas, son factores cruciales a considerar. Se recomienda que la utilización sea cuidadosa, especialmente en personas con problemas cardíacos, adicciones previas, embarazo o lactancia. El consumo debe ser siempre bajo supervisión médica y respetando las regulaciones legales aplicables.


La investigación en este campo continúa avanzando, explorando nuevos horizontes para entender mejor cómo el cannabis puede ser una herramienta terapéutica eficaz en el futuro Por consiguiente, es esencial llevar a cabo más investigaciones para comprender mejor sus beneficios y limitaciones en la medicina.

Evidencia Científica de la Relación entre Cannabis y Diabetes

Gomitas y una hoja de cannabis.
Gomitas y una hoja de cannabis.. Fuente de la imagen.

La relación entre cannabis y diabetes también ha suscitado interés y existe controversia. Esta posible conexión parte del sistema endocannabinoide mencionado anteriormente. Este sistema desempeña un papel esencial en la regulación celular y en la comunicación intercelular. Está constituido por receptores cannabinoides y endocannabinoides.


El sistema endocannabinoide controla varios procesos fisiológicos. Entre ellos, su influencia en el metabolismo general y, específicamente, en el control de la glucosa en sangre. Está presente en órganos metabólicamente relevantes como el hígado, músculos, páncreas y tejido adiposo.

Riesgos y Precauciones de la relación entre Cannabis y Diabetes

Estudios han demostrado que el consumo crónico de cannabis está asociado con niveles desfavorables de glucosa. Estos casos conducen a una gestión inadecuada de la enfermedad en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. Este hecho dificulta la monitorización de la glucosa, la adherencia a la medicación y las recomendaciones de dieta y ejercicio.


Un estudio realizado en el estado de Colorado (Estados Unidos), zona dónde el cannabis es legal, incluyó 450 personas con diabetes tipo 1. La investigación sugiere que los pacientes con DM1 podrían enfrentar mayores riesgos de complicaciones graves si consumen cannabis.

Beneficios Potenciales entre Cannabis y Diabetes

Doctor mirando un diagrama de diabetes y otros documentos médicos
Doctor mirando un diagrama de diabetes y otros documentos médicos. Fuente de la imagen.

A pesar de estos efectos negativos, el uso de marihuana ha generado interés en personas con diabetes debido a sus presuntos efectos positivos. Esto ha conducido a realizar estudios para conocer el posible beneficio entre cannabis y diabetes.


Algunas referencias bibliográficas mencionan una posible acción protectora entre el consumo de cannabis y diabetes. De hecho, algunos estudios han relacionado el consumo de cannabis con la disminución de la probabilidad de tener diabetes mellitus tipo 2.


Estudios estadounidenses señalan que su consumo podría asociarse con una menor glucemia y mayor sensibilidad a la insulina, indicadores clave para un buen control de la diabetes.


Por otro lado, se han evaluado ensayos clínicos con medicamentos cannabinoides para tratar la diabetes. El Rimonabant, un fármaco que bloquea el receptor CB1, demostró mejoras para el tratamiento de la obesidad en pacientes con DM2. Sin embargo, fue retirado del mercado por efectos secundarios. Otros estudios exploran el uso de THC y CBD para el dolor diabético con resultados controvertidos.


En cuanto a investigaciones realizadas en animales, sugieren que el CBD puede mejorar varios aspectos de la diabetes. Desde reducir la inflamación hasta proteger el corazón y los ojos. También se están estudiando los receptores CB2 y otros receptores huérfanos, mostrando promesas en modelos animales de diabetes.


Dada la limitada evidencia de estos estudios, es crucial llevar a cabo más investigaciones para lograr una comprensión más clara de la relación entre cannabis y diabetes.

Consideraciones Importantes: Cannabis y Diabetes en Perspectiva

Actualmente, existe controversia sobre el posible uso de cannabis en personas con diabetes. Es por ello, que es fundamental comentarlo con el médico que trata la diabetes.


Por en cuanto, debido a que no hay suficiente evidencia sobre los posibles beneficios entre cannabis y diabetes, se recomienda no fumar marihuana si se tiene esta afección.


Además, es importante tener en cuenta que el uso a largo plazo del cannabis puede generar graves efectos adversos. Su consumo continuo se ha relacionado con problemas de salud significativos. Estos abarcan desde trastornos respiratorios como faringolaringitis, bronquitis y enfisema pulmonar, hasta condiciones más serias como el carcinoma de pulmón, trastornos cardiocirculatorios e inmunodepresión. También se ha vinculado con problemas reproductivos, como la oligospermia, así como trastornos gastrointestinales.


Es esencial que todos estemos informados sobre los efectos potenciales del consumo de cannabis a largo plazo. La educación y la concienciación son herramientas valiosas para comprender los riesgos asociados a esta sustancia y tomar decisiones informadas sobre su uso.

Consideraciones Legales y Regulatorias

Algunos países han aprobado derivados del cannabis para uso medicinal. Sin embargo, de momento faltan más estudios para poder tratar la diabetes. La relación entre cannabis y diabetes aún se está estableciendo.


Actualmente, existen cuatro fármacos con principios activos derivados del cannabis aprobados en Europa y Estados Unidos basados en cuatro moléculas principales: nabiximols, dronabinol, cannabidiol y nabilona. Estos medicamentos se administran por vía oral y se debe tener en cuenta su interacción con otros fármacos.

Nabiximols (Sativex®) está aprobado para la espasticidad en esclerosis múltiple en España y para el dolor neuropático en esclerosis múltiple en Canadá.


El dronabinol (Marinol®, Syndros®) tiene aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, conocida como FDA. Está aprobada para la pérdida de apetito en pacientes con SIDA y para tratar náuseas y vómitos en quimioterapia. En la actualidad, se está desarrollando para otras afecciones como neuropatía en esclerosis múltiple, dolor en metástasis y combinado con opioides para el dolor crónico. Además, se encuentra en etapas de estudio para el cáncer de páncreas.


Por otro lado, el cannabidiol (Epidiolex®) está aprobado para trastornos epilépticos y esclerosis compleja en España.


Finalmente, la nabilona (Cesamet®) está aprobado para tratar náuseas y vómitos en quimioterapia. Asimismo, hoy en día se investiga para el dolor neuropático y crónico.


Estos avances muestran el creciente interés y la variedad de usos potenciales del cannabis en la medicina. A pesar de ello, se necesitan más estudios para entender su pleno alcance y limitaciones en el tratamiento de la diabetes.

Conclusión

En resumen, la relación entre cannabis y diabetes es un campo en desarrollo. Se requiere una comprensión más profunda. Si bien existen algunas evidencias sobre posibles beneficios, como la regulación de la glucosa, se necesitan más investigaciones para confirmar su eficacia y seguridad.


Para aquellos con diabetes que consideran el cannabis, es crucial hablar con un profesional de la salud. Se deben considerar las precauciones y dosificaciones adecuadas. Además, es fundamental resaltar que el consumo de cannabis conlleva riesgos potenciales y contraindicaciones. Esto es especialmente relevante en personas con condiciones de salud preexistentes.


Las perspectivas futuras deben centrarse en investigaciones más sólidas. El objetivo debe ser comprender mejor cómo el cannabis puede influir en la diabetes, así como en la educación sobre los riesgos asociados y las formas de consumo más seguras y efectivas.

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