Tratamiento de la diabetes: tipos de insulina, administración de insulina y otras opciones (2024)
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Nuestra guía completa cubre todo lo que necesitas saber sobre el tratamiento de la diabetes en el 2024, incluyendo los distintos tipos de insulina, métodos de administración y otras opciones innovadoras.
Tanto si has sido diagnosticado recientemente como si llevas años controlando tu condición, ¡este artículo te proporcionará información valiosa para gestionar tus niveles de azúcar en la sangre!
La diabetes mellitus es una condición crónica en la que tu cuerpo tiene dificultades para regular el azúcar en la sangre o glucosa. Esto suele conducir a niveles altos de azúcar en la sangre, también conocido como hiperglucemia, que tiene varias manifestaciones.
Por ejemplo, las personas con diabetes experimentan síntomas como sed y micción frecuente, visión borrosa, fatiga y cicatrización lenta de heridas.
La razón por la que las personas con diabetes no pueden controlar sus niveles de glucosa en sangre generalmente se debe a un problema con la producción de insulina . El cuerpo utiliza la insulina, producida por el páncreas, para manejar los niveles de azúcar en la sangre. En este contexto, lo que hace la insulina es coger el exceso de glucosa, especialmente después de comer, y la lleva a las células del cuerpo para que se queme como energía.
Las personas con diabetes tienen dos posibles situaciones con la insulina : (1) o bien no pueden producir insulina; (2) o bien producen una cantidad pequeña de insulina que no es suficiente para eliminar la glucosa de la sangre de forma rápida (también pueden producir cantidad normal de insulina, pero sus células se vuelven resistentes a ella).
Esto resulta en diabetes tipo 1 o tipo 2.
En ambos casos, el médico puede recetarte insulina. También puede recetar otros medicamentos que estimulen la secreción de insulina para ayudarte a controlar los niveles de glucosa.
Es crucial que las personas con diabetes colaboren estrechamente con su médico. Esto les permitirá vigilar y controlar sus niveles de azúcar en la sangre. La meta es prevenir complicaciones como daño nervioso, daño renal y pérdida de visión.
Hay tres tipos principales de diabetes: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional.
La diabetes tipo 1 , también llamada diabetes dependiente de insulina, es menos común, afectando aproximadamente al 5-10% de los diabéticos.
La diabetes tipo 1 es causada por una respuesta inmune errónea que daña las células pancreáticas responsables de producir insulina.
Como resultado, las personas con esta condición no pueden producir insulina y dependen de la administración adicional de insulina de por vida para controlar sus niveles de azúcar en sangre.
Es por eso que se le llama “diabetes dependiente de insulina”.
La diabetes tipo 1 también se conoce como diabetes juvenil porque afecta a personas jóvenes, incluidos niños, adolescentes y adultos. Suele manifestarse en edades tempranas . Los niños con diabetes tipo 1 comienzan inmediatamente con insulina como tratamiento de la diabetes.
La diabetes mellitus tipo 2 es el tipo más común de diabetes, representando alrededor del 90 al 95% de todos los casos.
A diferencia de los diabéticos tipo 1, las personas con diabetes tipo 2 pueden producir insulina. Sin embargo, en estos casos la insulina no funciona lo suficientemente bien. Esto es debido a que su cuerpo no produce suficiente insulina para manejar el exceso de azúcar de la sangre. Otro motivo puede ser que la insulina no funcione correctamente.
Cuando la producción de insulina es normal, pero esta no cumple su función, se denomina resistencia a la insulina . En este escenario, las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina para transportar la glucosa hacia ellas.
Si hay resistencia a la insulina, se pueden usar medicamentos para mejorar la sensibilidad a la insulina . Por otro lado, si la producción de insulina es baja, el médico puede recetar inyecciones o fármacos estimulantes de la secreción de insulina.
La diabetes gestacional es un tipo temporal de diabetes que ocurre en mujeres embarazadas debido a cambios hormonales y metabólicos. Estos cambios pueden provocar niveles elevados de azúcar en la sangre, lo que causa signos y síntomas similares a la diabetes tipo 1 y tipo 2.
Normalmente, los médicos solicitan una prueba de tolerancia a la glucosa oral para diagnosticar la diabetes gestacional. Dependiendo de lo altos que estén tus niveles de azúcar en sangre, es posible que ni siquiera necesites medicación. Los cambios en la dieta, el ejercicio moderado y un adecuado monitoreo de la glucosa suelen ser suficientes.
Sin embargo, si los resultados indican que necesitas tratamiento, el médico generalmente recetará medicamentos para la diabetes. Normalmente, se receta insulina durante un corto período de tiempo, hasta el parto.
La prediabetes no es realmente un tipo de diabetes. Es más bien un estado intermedio entre tener niveles normales de azúcar en sangre y ser diabético. Las personas con prediabetes tienen niveles altos de azúcar en sangre, pero no lo suficiente para justificar un diagnóstico de diabetes.
Seguir una dieta saludable y hacer ejercicio puede mantener tus niveles de glucosa en sangre bajo control y retrasar, e incluso prevenir, la diabetes.
Tu médico puede recetarte insulina u otros medicamentos como tratamiento de la diabetes. Esto dependerá del tipo de diabetes que tengas y según los niveles de azúcar en sangre.
Los profesionales de la salud a menudo combinan varios tipos de medicamentos para mantener los niveles de azúcar en sangre en el rango óptimo y en diferentes momentos del día.
La insulina es uno de los medicamentos más importantes para la diabetes, especialmente para los diabéticos tipo 1 que no pueden vivir sin ella.
Las personas con resistencia a la insulina o diabéticos tipo 2 también pueden beneficiarse de una dosis extra de insulina. Esto sucede especialmente en las comidas, para ayudar a eliminar el exceso de glucosa proveniente de los alimentos y las bebidas.
Hay varios tipos de insulina, cada uno denominado según cuánto tiempo tarda en actuar y cuánto tiempo permanece en el cuerpo. Algunos tipos de insulina reciben nombres según la hora del día en que se administran.
Por ejemplo, la insulina que se toma justo antes de una comida a menudo se llama insulina para las comidas o insulina rápida. Este tipo de insulina ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre y a mantenerlos estables después de las comidas.
Otro tipo de insulina, llamada insulina basal o de fondo, ayuda a controlar el azúcar en sangre durante todo el día. Evita que tus niveles de azúcar en sangre aumenten entre comidas o durante la noche. Este tipo de insulina se suele tomar una o dos veces al día para un control glucémico de 24 horas.
Aquí tienes un desglose de los diferentes tipos de insulina según cuánto tiempo actúan en tu cuerpo:
Este es el tipo de insulina más rápido, con un inicio de acción de aproximadamente 2,5 a 20 minutos. La insulina de acción rápida debe tomarse antes de una comida; de lo contrario, podrías desarrollar hipoglucemia.
Algunos ejemplos incluyen insulina aspart, insulina lispro e insulina glulisina.
Este tipo de insulina se debe tomar aproximadamente media hora antes de comer, ya que tarda unos 30 minutos en empezar a actuar.
Un ejemplo popular de insulina de acción corta es la insulina regular .
Este tipo de insulina suele funcionar en 60 a 90 minutos y permanece en el torrente sanguíneo más tiempo que las insulinas cortas y rápidas.
La insulina de acción intermedia , como la insulina NPH, suele ser turbia y debe agitarse bien antes de administrarse.
Este tipo de insulina se absorbe lentamente y se libera durante 18 a 24 horas, por eso ayuda a controlar tu nivel de azúcar en sangre durante todo el día en lugar de solo en las comidas.
Algunos ejemplos son la insulina detemir, la insulina glargina y la insulina degludec.
Esta suele ser una mezcla de insulina rápida o corta con insulina intermedia o prolongada. Esta combinación aprovecha los beneficios de ambos tipos de insulina, durante el día y en las comidas. Además, te ahorra la molestia de tener que poner varias inyecciones diarias.
Recuerda que no hay un tratamiento de la diabetes único que sirva para todos cuando se trata de insulina.
Tu médico podría recetarte dos o más tipos separados de insulina o una combinación de insulina premixta, según el control de tu azúcar en sangre.
El manejo de la diabetes implica monitorizar la respuesta del cuerpo a la insulina y ajustar la dosis en consecuencia.
Hay diferentes maneras de administrar la insulina. Esto podrá depender de tu estilo de vida, tus preferencias personales, así como la recomendación del médico y la financiación por la Seguridad Social .
Tradicionalmente, existían cuatro métodos comunes de administración de insulina: agujas y jeringas, bolígrafos, bombas de infusión continua e insulina inhalada.
Sin embargo, los dispositivos de inyección sin aguja se han vuelto mucho más populares en la actualidad, especialmente entre las personas que tienen fobia a las agujas.
A continuación te explicamos cómo funciona cada método de administración de insulina.
Este es el método más básico para administrar insulina, aunque no sea el método preferido de muchas personas. Una aguja y una jeringa significa que debes pincharte al menos una o dos veces al día con cada dosis de insulina.
También es necesario rotar los lugares de inyección para asegurarte de que cada dosis de insulina se absorba completamente y para evitar irritar tu piel.
Por ejemplo, imaginemos que te administras tu dosis de insulina por la mañana en la parte posterior del brazo derecho. Al administrar la dosis de insulina nocturna, debes cambiar de brazo y administrarla en el brazo izquierdo.
El uso de aguja y jeringa a menudo resulta difícil para las personas con fobia a las agujas, por lo que algunos diabéticos prefieren dispositivos de insulina sin aguja o bombas de insulina.
Las plumas o bolígrafos de insulina son similares a las jeringas, pero vienen precargadas con insulina. Lo único que tienes que hacer es ajustar la dosis antes de la administración. Esto significa que no tienes que medir la dosis. Por lo tanto, hay menos riesgo de administrar una dosis errónea.
Algunas plumas están diseñadas para un solo uso, mientras que otras tienen cartuchos reemplazables. Aunque las plumas suelen ser más caras que la aguja y jeringa tradicionales, a menudo son una mejor opción para las personas que tienen dificultades para sostener un vial mientras llenan una jeringa.
Una bomba de insulina es un pequeño dispositivo que se coloca debajo de la piel y contiene un depósito de insulina. Suministra una dosis constante de insulina basal a lo largo del día para mantener los niveles de azúcar en sangre en un rango saludable.
Además, las bombas de insulina proporcionan dosis adicionales de insulina durante las comidas, conocido como bolos de insulina. Este hecho ayuda a evitar que tu nivel de azúcar en sangre se dispare.
En otras palabras, las bombas de insulina actúan de manera similar a la producción natural de insulina del cuerpo, manteniendo tu azúcar en sangre bajo control en todo momento.
Otra gran ventaja de las bombas de insulina es que funcionan como un sistema automatizado de perfusión de insulina. No necesitas ajustar las dosis de insulina ni pincharte con una aguja o jeringa, lo cual es perfecto para las personas con fobia a las agujas.
Sin embargo, es posible que necesites cambiar el catéter o diferentes partes de la bomba de insulina durante la semana, lo que puede resultar molesto.
La insulina inhalada es generalmente insulina de acción rápida que se inhala a través de la boca. La insulina se absorbe a través de los pulmones y llega al torrente sanguíneo.
No obstante, las dosis de insulina inhalada suelen ser imprecisas porque dependen de la eficacia con la que inhalas y de la cantidad de insulina que llega a los pulmones.
Además, suele resultar difícil para las personas con asma o problemas respiratorios inhalar lo suficientemente fuerte para que la insulina llegue a los pequeños capilares de los pulmones.
Por esta razón, la insulina inhalada tiene muchas limitaciones y no es recetada por muchos médicos.
Los dispositivos de inyección sin aguja, como los inyectores de chorro (tipo Jet), se han vuelto muy populares entre los diabéticos. Proporcionan una forma sencilla de administrar la dosis de insulina sin preocuparte por las agujas o calcular la dosis.
Estos dispositivos liberan un fino chorro de insulina en la piel a alta presión. La presión elevada permite que la insulina penetre en las diferentes capas de tu piel y alcance las capas subcutáneas, donde se dispersa y se absorbe .
¡Todo el proceso es prácticamente indoloro y dura menos de un segundo!
Los inyectores de chorro o tipo Jet, como InsuJet , son excelentes para personas que sufren de fobia a las agujas o aquellos que odian ser pinchados varias veces al día.
En ocasiones, los niveles de azúcar en sangre no son lo suficientemente altos como para requerir inyecciones de insulina . En estas situaciones, tu médico podría considerar que algunos medicamentos tomados por vía oral son suficientes para controlar la diabetes.
A veces también se recetan estos medicamentos orales para la diabetes junto con la insulina. De esta forma se mejora la eficacia de esta última.
Aquí tienes algunos de los medicamentos para la diabetes más comúnmente recetados, además de la insulina.
Las biguanidas suelen ser uno de los primeros medicamentos orales que el médico podría recetarte si tienes factores de riesgo leves para la diabetes. No son tan potentes como la insulina, ya que no actúan directamente sobre la glucosa en tu torrente sanguíneo.
En cambio, las biguanidas reducen la cantidad de azúcar o glucosa que produce tu hígado, evitando que tus niveles de azúcar en sangre se eleven demasiado.
Además, las biguanidas pueden aumentar la sensibilidad de tu cuerpo a la insulina, por lo que a menudo se recomiendan junto con la terapia de insulina. Pueden reducir los niveles de azúcar en sangre y ayudarte a prevenir complicaciones relacionadas con la diabetes.
La biguanida más popular recetada como tratamiento de la diabetes es la metformina, que suele tomarse dos veces al día. La Asociación Americana de Diabetes recomienda tomar metformina con alimentos para evitar la diarrea , un efecto secundario común cuando comienzas a tomarla.
Otro efecto secundario común de la metformina es la pérdida de peso , así que no te sorprendas si comienzas a perder peso .
Los inhibidores de la DPP-4 , como su nombre indica, son un tipo de medicamento que inhibe una sustancia química del cuerpo llamada DPP-4. Esta sustancia destruye una hormona llamada incretina, que normalmente estimula la producción de insulina.
En otras palabras, los inhibidores de la DPP-4 protegen la incretina de tu cuerpo, la cual le indica que produzca más insulina. Esto es especialmente útil para personas con diabetes tipo 2 o aquellas con resistencia a la insulina, ya que suelen tener niveles bajos de insulina.
Los inhibidores de la DPP-4 se pueden tomar solos o en combinación con la terapia de insulina como parte de tu plan de tratamiento de la diabetes.
Estos medicamentos orales son conocidos por mejorar los resultados de A1C, una prueba de sangre que muestra el control de azúcar en sangre durante los últimos 2-3 meses.
Sin embargo, es importante informar a tu médico si sufres de alguna enfermedad digestiva o renal antes de tomar estos medicamentos. En estos casos se podría necesitar ajustar tu dosis.
Los inhibidores de la DPP-4 más comunes en España incluyen alogliptina, linagliptina, saxagliptina, sitagliptina y vildagliptina (solo en Europa).
Los agonistas del receptor GLP-1 también se llaman miméticos de incretina porque imitan la acción de la hormona incretina en el cuerpo humano. Esto significa que estimulan el cuerpo para producir más insulina después de una comida para que los niveles de azúcar en sangre no se eleve demasiado.
Lo bueno de los agonistas del receptor GLP-1 es que sus efectos pueden durar horas o incluso días, o que brinda más control sobre la glucemia.
Estos medicamentos generalmente se administran como inyecciones subcutáneas, una vez al día, dos veces al día o una vez a la semana.
Algunos, como la semaglutida , también están disponibles en comprimidos.
Normalmente, los riñones absorben glucosa y la llevan al torrente sanguíneo en lugar de excretarla en la orina.
Los inhibidores de SGLT2 ayudan a reducir el azúcar en sangre al fomentar que los riñones eliminen más glucosa a través de la orina en lugar de reabsorberla.
Por lo tanto, estos medicamentos son otra opción de tratamiento de la diabetes. Generalmente, se toman vía oral en forma de comprimido. Algunos de los inhibidores de SGLT-2 más comunes son canagliflozina, dapagliflozina y empagliflozina.
Los secretagogos de insulina son otro tratamiento de la diabetes que estimulan al cuerpo para que produzca más insulina.
Son especialmente útiles para personas con diabetes tipo 2 porque estimulan al páncreas a trabajar más y segregar insulina.
Generalmente, hay dos clases de secretagogos de insulina: las sulfonilureas, como la glimepirida, y las meglitinidas, como la repaglinida
TZDs, abreviatura de tiazolidinedionas , es una clase de medicamentos para la diabetes que aumentan la sensibilidad a la insulina. También reducen la cantidad de glucosa que produce el hígado, de manera similar a las biguanidas.
Las TZDs pueden ayudar a las personas con resistencia a la insulina a utilizar mejor su insulina y mantener los niveles de azúcar en sangre dentro del rango óptimo.
La TZD más comúnmente utilizada es la pioglitazona, aunque en casos especiales el médico podría recetar otro medicamento llamado rosiglitazona.
Los medicamentos no solo ayudan a controlar la diabetes, sino que también previenen varios problemas de salud y complicaciones .
Por ejemplo, las personas con niveles de glucosa en sangre no controlados tienen un mayor riesgo de presión arterial alta, enfermedad renal y enfermedades cardiovasculares (enfermedad cardíaca).
Tomarte los medicamentos prescritos para el tratamiento de la diabetes también ayuda a prevenir innumerables otras condiciones y problemas de salud.
También es importante seguir estrictamente la dosis y frecuencia prescrita. Además, es crucial prestar atención a cómo responde tu cuerpo a medicamentos como la insulina.
Por ejemplo, si experimentas síntomas de azúcar alta en sangre, como aumento de la frecuencia urinaria, sed o fatiga, esto podría indicar que tu insulina, o el medicamento para la diabetes, no está funcionando.
Podrías estar tomando tu medicamento incorrectamente o puede ser que tu cuerpo no responda y necesites cambiar de medicamento.
Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, ya sabemos que es importante administrar la insulina u otros tratamientos para la diabetes. No obstante, si se hace sin una dieta adecuada y ejercicio , igualmente tendrás dificultades para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Por ejemplo, si te administras insulina sin haber comido, podrías desarrollar hipoglucemia grave. Esto sucede cuando los niveles de glucemia bajan peligrosamente. Si tu glucosa en sangre alcanza los 54 mg/dL o menos, podrías desmayarte, tener convulsiones o incluso entrar en coma.
Por otro lado, si tu dieta carece de alimentos nutritivos y saludables, tu insulina diaria podría funcionar mejor de lo deseado. Esto podría llevar a niveles descompensados de glucosa, lo que resultaría en un coma.
Una dieta adecuada y una alimentación saludable también te ayudan a alcanzar tu peso corporal ideal. Esto es crucial para los diabéticos, ya que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para la diabetes.
Otros beneficios de estos cambios saludables en el estilo de vida incluyen:
Mejora de los Niveles de Colesterol: El ejercicio y una dieta saludable pueden aumentar los niveles de colesterol HDL (bueno) y reducir los triglicéridos, mejorando tus perfiles de colesterol en general y reduciendo el riesgo de enfermedad cardíaca.
Mejor Sueño: El ejercicio regular y una dieta equilibrada pueden ayudar a mejorar los patrones de sueño y reducir el riesgo de apnea del sueño, una complicación común de la diabetes.
Mejora de la Salud Mental: El ejercicio y una dieta saludable pueden ayudar a reducir el estrés , la ansiedad y la depresión, usuales en personas con diabetes.
Aumento de los Niveles de Energía: Comer una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente puede aumentar los niveles de energía y reducir la fatiga, facilitando la realización de actividades diarias.
Vivir con diabetes no tiene por qué significar vivir sin libertad.
Gracias a los avances en diferentes tipos de insulina, métodos de administración y tratamientos de la diabetes alternativos, el manejo de tu condición nunca ha sido tan sencillo.
Con la información proporcionada en este artículo, puedes tomar el control de tu cuidado diabético hoy mismo y abrir la puerta a una vida llena de posibilidades. ¡A por un mejor tratamiento de la diabetes! ¡Tú puedes!
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